El
viaje no pudo empezar peor. No habían pasado ni 5 segundos desde el salto
cuando el impulsor falló. Ya, ya sé que el espacio está casi vacío y que las
posibilidades de salir del hiperespacio en medio de una estrella o, peor aún, de
un planeta, son mínimas, pero…
Comprobamos las
coordenadas; nos parecía increíble, pero estábamos en el mismo lugar de
partida, no nos habíamos movido, aunque no veíamos la estación espacial. No
podía ser. A nuestro lado estaba una nave del mismo modelo, igual, idéntica; por
las escotillas, la tripulación mirábamos, aterrorizados, nuestros rostros mirándonos
por las escotillas de la otra nave.
Comentarios
Publicar un comentario