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Mostrando entradas de diciembre, 2018

FELIZ 2019

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Ahora que 2018 está a punto de fenecer por muerte natural, mis mejores deseos para el 2019 que asoma a la vuelta de la esquina. Nada más lejos de mi intención que hacer balance del moribundo 2018; cada uno que haga sus cuentas y, sean positivas o negativas, saque provecho de lo ocurrido, de lo que ha visto u oído; que nos sirva para aprender y evitar caer en los mismos errores, para sacar las conclusiones adecuadas y, en definitiva, mejorar siempre como personas. No puedo por menos que recomendaros el libro que más me ha impactado en el 2018. Se titula Intemperie , de Jesús Carrasco y está editado por Seix Barral. Si cae en vuestras manos no dejéis de leerlo. Feliz año.

DE UN CRISTO/HOSPITAL

      Este artículo lo envié al diario La Nueva España una vez completado el traslado de los enfermos ubicado en el complejo hospitalario del Cristo al nuevo HUCA. Fue publicado el 23 de julio de 2014. Mi idea principal era que en aquel entonces no había ningún plan para las viejas instalaciones. Han pasado mas de cuatro años y me atrevo a decir que la diligencia de los responsables está aún sin ruedas y sin caballos de tiro.      Me entero con estupor de que a Oviedo le ha crecido un nuevo y gran hospital de referencia, un nuevo HUCA, lo que ha provocado la rápida movilización de los responsables de la sanidad asturiana, que, con una premura digna de alabanza, han procedido al desalojo de las ruinosas y obsoletas instalaciones que un complejo de igual denominación tenía desde hace años en el barrio del Cristo.      Sorprendidos (todos) por tan repentino suceso, desde que se enteraron de la noticia los responsables municipales y del Gobierno regional no han perdido ni un min

SONETO MODERNISTA

     Ya comenté otro día que estoy asistiendo a unas relajantes clases de literatura del siglo XX. En los días pasados leímos y hablamos sobre el modernismo. Ya publiqué en este blog algún comentario sobre la  Sonata de primavera de Valle Inclán.     Estamos ahora ya con la generación del 98, pero el profe, fiel al sadismo que caracteriza a los pertenecientes a esa especie, nos puso deberes para estas vacaciones: hacer una poesía con tintes modernistas y leer Niebla de Unamuno, con los comentarios que consideremos oportunos.      Después de mucho romperme la cabeza, tras mil y una tachaduras y las enmiendas subsiguientes, publico ahora un soneto, sólo para dejar zanjado uno de los trabajos. Flamígeros rayos de luz aciaga temblando en el orbe;  azul desbordante de cielos estrellados por la saga de Eros y Afrodita en su ara radiante, flanqueada por alados querubines rubicundos, de mofletes perlados, de arrecifes plagados por delfines que ruedan un corro de

LA MINA

Tu pelo azabache desparramándose por la colina broncínea de tus hombros,   enmarcando la superficie irregular de un rostro tachonado por las almendras de tus ojos negros y el profundo túnel de la boca abierta, pensando, cual   Saturno enloquecido, devorar a los hijos que se atreven a penetrar en ella. Después, siempre hacia abajo, resbalando por suaves curvas hacia lo profundo, caminando por las galerías de los abiertos brazos torneados que se agarran a las profundidades con dedos y uñas de seda acerada; pasando por simas, cámaras y pilares, hasta llegar a esos pasadizos troncocónicos, verticales, extremas las piernas, descansando en pies apoyados e imbricados en rocosos volúmenes templados en el cálido descenso. Hermosa mina, sos la mina más hermosa.

HAIKU NAVIDEÑO

Navidad blanca, reunión de tu familia, bronca segura

MULTIVERSO

El viaje no pudo empezar peor. No habían pasado ni 5 segundos desde el salto cuando el impulsor falló. Ya, ya sé que el espacio está casi vacío y que las posibilidades de salir del hiperespacio en medio de una estrella o, peor aún, de un planeta, son mínimas, pero…          Comprobamos las coordenadas; nos parecía increíble, pero estábamos en el mismo lugar de partida, no nos habíamos movido, aunque no veíamos la estación espacial. No podía ser. A nuestro lado estaba una nave del mismo modelo, igual, idéntica; por las escotillas, la tripulación mirábamos, aterrorizados, nuestros rostros mirándonos por las escotillas de la otra nave.

Blade runner

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Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. De la película "Blade runner" . El replicante Roy Batty (interpretado por Rutger Hauer), moribundo, se lo dice a Rick Deckard (Harrison Ford), encargado de “retirarlo”. La película es de 1982 y está basada en la novela de Philip K. Dick titulada “Sueñan los androides con ovejas eléctricas”   publicada en 1968. En ella la muerte de Roy no es tan hermosa como en la película, sino algo mucho más prosaico: (Rick) … avanzó y disparó contra Roy Baty; su gran cuerpo estalló y se desmoronó como una pila mal asentada de pequeños objetos separados y quebradizos. Para mí el parlamento de Roy en la película (se dice que improvisado en el momento) es excepcional, al igual que otras frases de la película que no figuran en el libro de Dic

DEBERES

Estoy asistiendo a un curso de literatura en la Universidad Popular que organiza el Ayuntamiento de Oviedo. Somos un grupo variopinto, dirigidos por un voluntarioso profesor nobel, que pasamos hora y media muy agradable los martes (bueno al menos yo la paso). El profe nos pone deberes que, con mejor voluntad que éxito, tratamos de cumplir. Resultado de esas cuitas son los dos sonetos que siguen. I Un soneto me ponen de deberes, ¡algo tan fácil, sencillo y elegante!. Pues allá voy feliz, con buen talante, a satisfacer a hombres y mujeres Exprimiendo con ansia mis saberes ¡maldigo a Eduardo! y digo a Rocinante que me ayude con su saber andante para volver pronto a mis quehaceres. Empiezo muy feliz este terceto, el trabajo encargado va acabando, en otra locura así yo no me meto por no faltar al orden que, obligando, obediente a la norma, me someto y acabo como empecé, así, sudando. II Encerrado por el azul del cielo, prisionero de un estup

Jorge Ordaz

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En su última novela, "Memorias de un magnetizador" (editorial Pez de plata), Jorge Ordaz propone una delicada forma de justicia tras una violación (eso si, por parte de la violada, no por cualquiera). Livie aprovechó la situación para hacer algo que no pudo evitar. Cogió la barra de hierro cuya punta estaba al rojo vivo y con toda su fuerza la arrimó a la entrepierna del hombre hasta que empezó a oler a carne quemada. Me queda la duda de si el método estropea las propiedades intrínsecas al hierro.

LA TORMENTA

    Fue asomando muy despacio, como con timidez, como si tuviera miedo de encontrar algo terrible en la otra ladera de la montaña. Primero fue una seda blanquecina, casi transparente, que apenas matizaba el azul límpido del amanecer.     Poco a poco aumentó y se espesó, cogiendo confianza y robándole un trozo al cielo; resbaló blanda por entre el bosque de pinos, robles y castaños, abrazándolos y borrándolos. Ya segura de sí, elevó blancos globos amontonándolos sobre su espalda, desgajándolos después en girones que anunciaban su llegada como alados heraldos.    Los blancos lienzos se volvieron grises primero, más tarde oscuras formas negro-azuladas que hirieron de gravedad la luz del día y mataron el azul.   Blancos sables acuchillaron salvajemente su negrura, mientras dejaba oír su voz atronadora y arrojaba contra el suelo miríadas de redondos obuses níveos.

La libertad según Joël Dicker

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Escribir es ser dependiente. De los que le leen y de los que no le leen. Nadie es libre. Si la gente fuese libre sería feliz. La libertad es un concepto interesante. Somos prisioneros de los demás y de nosotros mismos. Frases de Roy Barnaski en “La verdad sobre el caso Harry Quebert”. Joël Dicker

Valle Inclán

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“Aquella noche el cornudo monarca del abismo encendió mi sangre con su aliento de llamas y despertó mi carne flaca, fustigándola con su rabo negro”. Marqués de Bradomín. Sonata de primavera (1904).       Hace unos días terminé de releer (50 años después) “Sonata de primavera” de Ramón María del Valle Inclán. Eran los años 60 y yo un tierno infante, nada que ver con los de hogaño, evidentemente.   En mi cabeza tenía un buen regusto (muy difuso) de la obra. Ahora me costó tragármela. ¿Cómo es posible que el señor de la imagen escribiera tales cosas?. El signo de los tiempos y pecadillos de juventud (aunque ya tenía más de 30 años cuando la publicó). No apta para diabéticos. Recomendable su lectura antes de los 15 años (según, claro) y para híper-románticos.

LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS

El miércoles 5 de septiembre pasado leí un excelente artículo (al menos para mí) de Víctor Lafuente (Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Gotemburgo) titulado “Vivimos en Matrix” y publicado en el diario El País; el mismo día, otro excelente (uno más) de Francisco García Pérez (Profesor de Lengua y Literatura, escritor, articulista, lector y comentarista de libros) titulado “Opinionitis crónica”   publicado en el diario La Nueva España. En el primero se razonaba sobre la percepción que del mundo tenemos los humanos y, entre otras cosas decía “ Justamente porque todo mejora vemos problemas por todos lados. La agenda de urgencias sociales rebosa. Añadimos nuevos retos, como el cambio climático, pero no podemos deshacernos de quebraderos de cabeza como sanidad, educación...” . Por su parte, en el segundo se ilustraba con varios ejemplos “ El error de entender que todas las opiniones son respetables”, subtítulo del artículo y afirmación que yo siempre he defendido.

John Banville

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Dado el mundo que Dios creó, sería una impiedad contra él creer en su existencia. Max Morden, en el libro que acabo de leer de John Banville “El mar”. Una novela que creo escrita para satisfacer los más exigentes paladares (aunque, evidentemente, sobre gustos ya hay demasiado escrito). Este escritor irlandés publica también con el seudónimo de Benjamin Black. Yo conocí antes a Benjamín, con su detective aficionado Quirke (médico de profesión) a través de “Órdenes sagradas” o “Muerte en verano” y, más tarde, creo que hacia 2015, a su Philip Marlowe de “La rubia de ojos negros”. Merece la pena asomarse a alguna de sus obras, aunque mejor en días soleados.

HAIKU

En el infierno bailan todos los diablos c antando salmos