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Mostrando las entradas etiquetadas como MIS COSAS

VENECIA

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  VENECIA. TURNER En 1835 Turner pintó parte de Venecia en una de sus paradas del viaje que realizó en aquella época por Europa. No es que se dedicase a pintar Venecia armado de escalera, brocha, rodillo y cubo de pintura, no, me refiero a que pintó un cuadro de Venecia en el que, dicho sea en honor a la verdad, tampoco se mató mucho en representar la ciudad. Lo primero que llama la atención es la escasa cantidad de turistas que es posible adivinar en el lienzo, quizás alguno en góndola y, posiblemente, algún otro u otros delante del pórtico de la iglesia que se medio ve a la derecha en primer plano. Eso sí, barcos de diversos tamaños y porte se observan en lo que, según san gugel, es la perspectiva del gran canal que ocupa el tercio inferior de la imagen, amén de las consabidas, y ya citadas, góndolas. Un cielo azul casi tapado de nubes blancas arañadas por un viento que no se sabe muy bien si las arrastra hacia la mar o las trae de ella (a mí me parece lo segundo) cubre l...

ELEI (LOS ÁNGELES)

                                                             ELEI (LOS ÁNGELES) Históricamente las ciudades siempre se han divido en, al menos, dos zonas bien diferenciadas: la zona rica (donde viven las clases acomodadas y donde se ubican las sedes de los grandes bancos y empresas de lujo) y el resto. Ese resto puede estar, o no, a su vez subdividido en dos o más zonas. No es el caso de este LA. Los barrios ricos lo son hasta el hartazgo, los edificios se elevan impolutos hacia el cielo; los aerotaxis y los vehículos privados hacen traviesas circunvalaciones esquivándolos, mientras que a nivel de calle, realmente no hay calles, hay extensas avenidas, descomunales plazas donde se solazan los residentes. Luego está el otro LA. También hay torres enormes, con panorámicas fachadas de vidrio que anuncian desde un champú hasta un android...

FRÌO

  FRÌO             Una casona antigua en un paisaje yermo, vacío, un páramo en el que los vientos, viniesen de donde viniesen, chocaban como queriendo arrancarlo de la llanura sobre la que se aposentaba. La reserva me la habían hecho desde la oficina. Les pedí un lugar tranquilo, lejos de los ruidos de la ciudad, pero cerca de ella. Acertaron de pleno. En coche apenas se tardaban 15 minutos por una carretera recta como la afilada hoja de una navaja de afeitar. Tranquilidad absoluta, excepto por el suave gemir de las hojas de los chopos que abrazaban la que, otrora, hubo de ser casa solariega o pabellón de caza de algún gentilhombre de la ciudad cercana. La luna sacaba vacilantes sombras de las atormentadas ramas de los chopos que, como dedos sarmentosos, señalaban las matas de romero, escobas y cardos de aquel desolado lugar.             Dadas las fechas, el otoño agoni...

BARCIDOZA

  BARCIDOZA             Desde el Tibidabo, la calle se desliza por la ladera serpenteando, indecisa, dando bruscos quiebros para evitar las casas que, anárquicas, se sitúan acá y acullá. Desde arriba, la ciudad se extiende callada a estas horas de la mañana, apenas iluminados algunos tejados por la fría luz del amanecer y otros aún escondidos entre las sombras que las torres más altas proyectan. Había dormido a la altura de la perrera, bien pertrechado por una robusta caja de cartón procedente de un basurero pirata próximo; la de un frigorífico, americano a mi escaso entender, que dispuse sobre los desmembrados restos de otras de menor porte, me sirvió de más que adecuado habitáculo. ¿Qué hacía yo allí? Pues el siempre tan amable comisario Mendozano, después de tratarme de piltrafilla humana y darme dos pescozones, me había sugerido, tras dos buenas patadas en salva sea la parte (que no habría envidiado ni el más potente pe...

UN MAL DÍA

  UN MAL DÍA             ¿Sabéis es sensación de que, apenas despierto, vas a tener un mal día? Bueno, pues así me levanté yo hoy. Apenas abrí los ojos me entró como una corriente eléctrica que recorrió el cuerpo de abajo a arriba. Exacto, de abajo a arriba, no al revés, por eso lo supe.   Miré a mi izquierda y estaba el armario de siempre; arriba el techo y la lámpara arácnida que nos vigila desde lo alto; a la derecha la ventana, por la que se vislumbraba un día de sol espléndido. Puf, mal asunto. ¿por qué hace un día así en pleno agosto? Otra mala señal.             Me incorporé a duras penas, me destapé, me giré y puse los pies en el suelo. Aquí se produjo la confirmación inequívoca de que nada saldría bien. ¡Posé primero el pie derecho! Ya, ya sé que lo que dicen que trae mal fario es levantarse con el pie izquierdo, pero es que yo siempre me levanto posando p...

OCURRENCIAS DESVELADAS

  OCURRENCIAS DESVELADAS             Antes dormía toda la noche de un tirón. Sueño ligero, eso sí, cualquier cosa podía despertarme, pero enseguida volvía a retomar el camino al reino de Morfeo. Ahora, más añoso, sigo con el asunto de la ligereza durmiente, pero si despierto no me es tan fácil volver a conciliar el sueño. Así, en ese estado de semiinconsciencia, en el que, al menos yo, dejo que vuelen las ideas y las ocurrencias libremente, a su antojo, lo que, en ocasiones, conduce a un aumento del desvelo con pensamientos inquietantes.             ¿Qué había antes del bigbang? Este ha sido uno de los últimos quehaceres cerebrales. Como científico creo en las teorías demostrables (aunque puedan ser incomprensibles para mí). Incluso algunas conjeturas razonables pueden llegar a parecerme sensatas y creíbles, pero lo de la fe ciega en algo no demostrado no tiene cabida e...

ALUCINANTE DÍA VERANIEGO

  UN ALUCINANTE DÍA DE VERANO Hola:             En tu escrito del otro día me pedías que te contara un verano especial, “alucinante, descacharrante” según tus propias palabras y añadías que debía ocurrirles a unos personajes “anodinos y adocenados” (sic) que se espabilan y descubren la vida, o algo así. Mal asunto. A pesar de que sí he conocido personajes como los que tu indicas, nunca he tenido la experiencia de un verano como el que sugieres, o no del todo.             No sé quién dijo eso de que la inspiración te pille trabajando, así que me he puesto a teclear sin saber por qué derroteros va a proseguir esto. Cosas de la vida. Veranos buenos si he tenido, malos también y la mayoría, ni fú ni fá. Y eso de descubrir que soy un soso y que de repente me espabilo (aunque sea toda una propuesta para dar rienda suelta a la imaginación) parece que no me motiva mucho. ...

LOS FINALES

  LOS FINALES Es difícil decidir que el final de una historia, sea en el formato que sea, está bien o mal, si es de tu gusto o te parece rebuscado o inacabado o, simplemente, estúpido. Es aún más difícil meterse en la cabeza del creador, seguir la línea de pensamiento que a él le llevó a ese final, porqué lo decidió así y no de otra manera.             Evidentemente todos tenemos nuestra opinión, de manera que siempre decidimos si nos gustó o no, si cambiaríamos algo o no, pero, realmente, ¿con eso mejoramos la obra? O nada más que la haríamos más digerible para nosotros, para satisfacer nuestro capricho, tendencia o creencia. Si es así, pues vale, miel sobre hojuelas y con nuestro pan nos la comamos. Tenemos que admitir que la creación artística es algo subjetivo, sin cánones prefijados. A no ser que se juzgue peor o mejor realizada según los inefables e infalibles académicos de cada actividad. Entonces sólo las obras que ...

LA BELLA Y LA BESTIA

  UN ENTRETENIMIENTO SOBRE LA BELLA Y LA BESTIA I             El jurado había decidido, por unanimidad, declararla la más bella del certamen. Todo el público asistente, con una larga y cerrada ovación, corroboró esa decisión. Era el día más feliz de su vida, tanto que apenas se percató de la bestia de pupilas rectangulares que se acercaba tranquilamente hacia ella, tanto que apenas sintió cuando cercenó su cabeza. De todos es sabido que a las cabras les gusta el sabor de los pétalos de rosa. II             Era, sin el menor género de dudas, la más hermosa de toda la región. Su exquisita elegancia, sus delicadas maneras al caminar o, simplemente, sostener una flor, hacía que todas las miradas se posasen en ella y admirasen su distinción. También era la más grosera, la más malhablada y difamadora, odiosa en todos los sentidos, por eso, en lugar de ponderar a la bella,...

LA NAVE DE LOS LOCOS

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  LA NAVE DE LOS LOCOS               LA NAVE DE LOS LOCOS. EL BOSCO. ÓLEO SOBRE TABLA (58cm x 33cm). Hacia 1503-1504. MUSEO DE EL LOUVRE. PARIS.                  Mi nombre es, por expreso deseo de mi padre y mi abuelo, Jheronimus van Aken, el mismo que tenía mi abuelo. Mi abuelo era pescador. En sus años mozos, él y su hermano tenían una pequeña barca de un solo mástil con la que, todos los días, salían a las frías aguas del Atlántico a pescar. Por entonces la abundancia de peces era tal que, a veces, bastaba que viesen el brillo del anzuelo para lanzarse a él y engancharse. Quizá esperaban llegar a un nuevo mundo menos saturado y en que hubiese menos competencia por la comida. Pobres infelices, no sabían que su destino no era otro que la cazuela o las brasas y ser comidos.             Mi abuelo y su hermano prosperaron gracias a la pesca y...

CRÓNICA DE TARIK IBN MUZA (CAPÍTULO 9)

  CRÓNICA DE TARIK IBN MUZA CAPÍTULO NUEVE Tras varias jornadas viajando hacia el este en su camino de regreso a casa, Tarik reflexionaba sobre las cosas curiosas que les habían pasado, lamentando las desgracias que les privaron de más de la mitad de los hombres que iniciaron la expedición. Los pocos que quedaban (cinco guerreros, uno de los cartógrafos, el médico y él mismo) daban gracias a Alá por estar pasando la que, esperaban, fuese la última etapa del viaje. Ardía la tarde al sol de poniente cuando llegaron a una loma desde la que podía verse el próximo río que tendrían que vadear. Temiendo Tarik que hubiese tribus ocultas cerca del río, mandó parar para descansar hombres y bestias y poder esperar a que cayera la noche para cruzarlo. Eso hicieron hasta que la noche, apenas iluminada por un piélago de estrellas, se hizo tan densa que casi no podían distinguirse unos a otros. En silencio, cuidando los pasos con suma atención, se llegaron hasta la orilla del río y lo cruza...