ADENDA A EXTINCIÓN DINOSAURIOS Y BASALTOS DEL DECÁN



Este fin de semana hice una revisión rápida de mi ejemplar del libro de Walter Álvarez sobre el impacto del meteorito de Yucatán y la extinción de, entre otras muchísimas especies, los dinosaurios. El libro, titulado Tyrannosaurus rex y el cráter de la muerte, es la primera edición española, de 1998, lo que no está nada mal dado que la primera en inglés es de 1997. Ya lo había leído años ha, pero con estas noticias recientes sobre el tema me apeteció volver a darle una vuelta.


Hasta la teoría de Walter Álvarez, la extinción en masa del límite KT (Cretácico-Terciario) era atribuida a factores ambientales,  evidentemente, que posiblemente tuvieran que ver (era una de las hipótesis, la principal) con la formación de la meseta basáltica del Decán (véase la entrada anterior). Los estudios de los Álvarez (Luis, padre, y Walter, su hijo) junto con otro buen número de colaboradores, empezaron unos 20 años antes de la consolidación de la teoría, y no fue hasta 1991, con la confirmación del impacto al descubrirse en cráter de Chicxulub, cuando tuvo ya una aceptación casi universal. Es cierto que sigue habiendo escépticos, y en ese camino parece que van los tiros de la reciente publicación sobre la datación de los basaltos del Decán.

En el capítulo 7 del libro de Álvarez, éste dedica una página a una pregunta concreta: “¿Un papel para el vulcanismo?”, en el que deja clara su postura. No niega la influencia que las sucesivas erupciones, separadas en un tiempo geológicamente corto, pero a escala de la vida algo dilatado, hayan tenido sobre cambios climáticos, de hecho cree que la gran extinción pérmico-triásica, hace unos 250 millones de años, tuvo lugar por las erupciones de la meseta basáltica de Siberia (véase entrada anterior), pero que el impacto del meteorito de Yucatán fue la puntilla que provocó la extinción en el límite KT resulta bastante evidente.

Termino con el párrafo con el que finaliza ese apartado: “Ahora mismo nos encontramos en una situación que agrada particularmente a los científicos: hay un enigmático misterio, algunas pistas evidentemente significativas, y nadie tiene la menor idea de cuál pueda ser la explicación.”

No entiendo a qué viene la afirmación de la última frase, como no sea la de no querer granjearse el odio de los detractores de su teoría. En mi opinión sí se tiene alguna idea: un deterior del clima global, originado por una actividad volcánica extraordinaria, a lo largo de miles de años que originó un “debilitamiento” de la capacidad de adaptación de muchas especies terrestres (un 75% aproximadamente) y la “puntilla” que supuso el meteorito caído en Yucatán, con consecuencias instantáneas y desastrosas para todas ellas.

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