BUFANDAS





Casi nunca tengo frío. En pleno invierno me basta con una camisa, un chaleco y una cazadora (eso sí, más o menos forrada). Todos lo saben, mi familia, los amigos, todos. Así que cuando aquellas navidades me regalaron la cuarta bufanda, no puede evitar estrangularlos con ella.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA ESCUELA

HENNING MANKELL Y OTROS

EL PAVO REAL