El accidente

     Más deberes. Este profe acabará con nosotros (menos mal que ya se adivinan las vacaciones; es broma, estoy encantado). Leímos y comentamos un par de inquietantes relatos, uno de Cortazar y otro de Borges y nos encargó que escribiésemos algo. Esto es lo que se me ocurrió.

Como todos los días laborables, compré el diario en el quiosco que se encontraba camino de mi parada del autobús. Allí casi siempre solíamos coincidir los mismos: dos pares de mozalbetes cargados con sus mochilas que supongo que irían al colegio, un par de treintañeros trajeados y encorbatados a los que no sé por qué asigné que eran comerciales en alguna empresa, una señora de gafas que siempre iba absorta en la lectura de un libro y yo.

En la primera página del diario, un titular daba cuenta de un accidente de un bus urbano que había perdido los frenos, arrolló a las ocho personas que estaban esperando en la parada, mató a tres de ellas y dejó heridas de gravedad a las otras cinco. Oí gritos y un gran estrépito y cuando levanté la vista del diario vi venir hacia nosotros, a toda velocidad y dando bandazos, el autobús.