FUNDACIÓN UNIVERSIDAD OVIEDO


     En 2008, con motivo de su 400 aniversario, la Universidad de Oviedo convocó un concurso de microrrelatos sobre tal efemérides. Revolviendo entre viejos archivos encontré hoy un par de escritos que yo había preparado para tal evento. El primero, más extenso, es el original que escribí cuando me enteré de que se preparaba la convocatoria. El segundo, edición corregida y superabreviada, lo fue para ajustarme a las normas que, creo recordar, pedían un máximo de 200 caracteres. Evidentemente el gasto de tiempo fue muchísimo mayor en el segundo. No en vano Mark Twain sentenció: "Te escribo una carta larga porque no he tenido tiempo de escribirte una corta". Espero que los disfrutéis.



VALDÉS SALAS

Todavía siento el frío en mis viejos huesos;  este hermoso sol de mayo ya no es capaz de sacarme el rigor de estos inviernos madrileños y barrunto que poco me queda para rendir cuentas ante quien de verdad hay que rendirlas. ¿Cuántos son ya,  83?, demasiados para los tiempos que corren y demasiadas pocas las fuerzas para seguir luchando contra el demonio y sus secuaces luteranos; pocas también para largos viajes y viejas lides. Creo que es hora, por fin, de poner en escrito y en orden mis cosas de este mundo.

Dejo ya provistos los colegios de San Pelayo en Salamanca y San Gregorio en Oviedo y el templo de Santa María y la iglesia de Ardesaldo en mi añorada Salas, donde me han de enterrar;  bien dotados quedan el señorío de Horcajo de la Torres para mi hijo Juan, con el que acabará mi generación, también el mayorazgo de Salas de mi sobrino Fernando y para que sus descendientes y la gente principal de Asturias no tengan, como mi hijo, que ir a hacer estudios mayores a Salamanca, quiero que se funde en Oviedo un centro para ello y lo doto con trescientos mil maravedíes de renta cada un año y el pan de renta que tengo yo en esa comarca, para repartir entre los que han de enseñar y servir en él.

Apunte, apunte señor notario, que quiero dejarlo firmado hoy, diez de mayo del año del Señor de mil quinientos y sesenta y seis.


GÉNESIS UO

      83 años ya, sin fuerzas para largos viajes ni viejas lides, ordenaré mis cosas de este mundo: el señorío de Horcajo para mi hijo Juan; para que sus descendientes no tengan, como él, que hacer estudios mayores en Salamanca, fúndese en Oviedo un centro para ello. Apunte escribano para firmarlo hoy, diez de mayo de mil quinientos sesenta y seis.

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