BILL BRYSON. UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO. III
BILL BRYSON.
UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO. III
Tercero y último capítulo sobre el muy intersante libro
de Bryson. No porque no tenga más cosas interesantes (todo el libro lo es) sino
por no “machacar”. Vamos ahora con algunas cuestiones sobre el clima, cómo la
Tierra puede llegar a calentarse o enfriarse en periodos relativamente muy
breves de tiempo. Un ejemplo muy próximo.
En 1815, en la isla indonesia de
Sumbawa, una bella montaña, inactiva durante mucho tiempo, llamada Tambora,
estalló espectacularmente. Fue la mayor explosión volcánica de los últimos 10.000
años, 150 veces mayor que la del monte St. Helen, equivalente a 60.000 bombas
atómicas del tamaño de la de Hiroshima. Ni llegó la primavera ni calentó el
verano:' 1815 pasaría a conocerse como el año sin verano. Sin embargo, a escala
mundial la temperatura descendió menos de 1°C…. El siglo XIX era un periodo
frío. Europa y Norteamérica llevaban ya doscientos años experimentando lo que
ha llegado a llamarse Pequeña Edad del Hielo.
Esta pequeña
edad de hielo duró unos 200 años y dio paso al actual ciclo de calentamiento,
que empezó hace poco más de 100 años, en los albores del siglo XX, con la
revolución industrial. Desde 1900 hasta 2013 los científicos actuales
preocupados por el calentamiento global, constatan un aumento de temperatura de
0.9ºC. La alarma se ha disparado entre ellos porque entre 2013 y 2016 la
temperatura subió 0.24ºC más.
Según
datos actualizados hasta el 14 de febrero de 2020, entre 1880 y esa fecha la
temperatura global ha subido 1.25ºC. Vamos ahora con un poco de historia que
nos facilita Bryson.
Hacia el final de la última gran
glaciación, hace 12.000 años, la Tierra empezó a calentarse, y con gran
rapidez, pero luego volvió a precipitarse bruscamente en el frío inclemente,
durante un millar de años o así, en un acontecimiento que la ciencia denomina
Dryas Más Joven.27
Al final de esta
arremetida del hielo de un millar de años las temperaturas medias saltaron de
nuevo, hasta 4°C en veinte años, lo que no parece a primera vista muy
espectacular, pero que equivale a cambiar el clima de Escandinavia por el del
Mediterráneo en sólo 20 años. Los cambios fueron aún más espectaculares
localmente. Los testigos de hielo de Groenlandia muestran que las temperaturas
cambiaron allí hasta 8°C en diez años. Debió de ser muy perturbador en un
planeta escasamente poblado. Las consecuencias serían hoy bastante
inimaginables.
Pues
en estas estamos. Alarmados por poco más de 1ºC en 100 años. Los agoreros del
mal llamado “cambio climático” mejor harían en estudiar un poco la evolución
reciente en los últimos miles de años, no la de su ombligo en los últimos 100. Bien
es cierto que un cambio tan importante como el calentamiento rápido de hace
unos 10.000 años traería consecuencias nefastas para la agricultura y la
ganadería, es decir, para los recursos de alimentación en este planeta que
estamos superpoblando. Ese es el origen de todos los “males” que actualmente
padecemos. La superpoblación. Luego nos la cogemos con papel de fumar
(discúlpeseme, por favor, la ordinariez, pero creo que es muy adecuada) con mil
y una tonterías.
Leamos
de nuevo a Bryson.
Parece que somos muy afortunados
por disfrutar de un poco de buen tiempo. Aún sabemos menos de los ciclos de
temperaturas relativamente templadas dentro de eras glaciales conocidos como
interglaciales. Resulta un poco desconcertante pensar que toda la historia
humana significativa (la aparición de la agricultura y la ganadería, la
creación de ciudades, el surgimiento de las matemáticas, la escritura y la
ciencia y todo lo demás) haya tenido lugar dentro de un pequeño periodo atípico
de buen tiempo. Los periodos interglaciales anteriores sólo han durado 8.000
años. El nuestro ha cumplido ya su diezmilésimo aniversario.
La norma general de la Tierra ha
sido, durante la mayor parte de su historia, el calor. Sin ningún hielo permanente
en ningún sitio. La Edad del Hielo actual (época del hielo, en realidad)
se inició hace unos cuarenta millones de años y ha oscilado entre un tiempo
criminalmente malo y un tiempo que no tenía absolutamente nada de malo. Hoy
vivimos en uno de los pocos periodos de esto último. Parece que hemos tenido un
mínimo de 17
episodios glaciales
graves en los últimos 2,5
millones de años,23- aproximadamente el periodo que
coincide con la aparición de Homo erectus en África, al que siguieron
los humanos modernos.
Desde entonces, toda una serie de especies de
homínidos han surgido y desaparecido a lo largo de la evolución de nuestro
género. Ensayos fallidos de la evolución. Hasta que la casualidad quiso que una
de las especies surgidas fuese más viable. Y aquí estamos.
Se trata de Homo erectus, la
especie que descubrió Eugéne Dubois en Java en 1891. Vivió, según la fuente que
se consulte, entre hace aproximadamente 1,8 millones de años y una fecha tan
reciente como 20.000 años atrás. Según los autores de Java Man, Homo erectus
es la línea divisoria:45 todo lo que llegó antes que él era de carácter
simiesco; todo lo que llegó después de él era de carácter humano.
Una última
reflexión con Bryson.
Una de las ideas que más les cuesta
aceptar a los seres humanos -dice Jay Gould- es que no seamos la culminación de
algo. No hay nada inevitable en el hecho de que estemos aquí. Es parte de
nuestra vanidad como humanos que tendamos a concebir la evolución como un
proceso que estaba, en realidad, programado para producirnos.
Y
en eso estoy completamente de acuerdo. Ni reyes de la creación, ni hijos de
ningún dios, ni superiores. Una especie animal más. Afortunadamente gregaria
(es la principal característica que nos ha hecho avanzar) y, sí, dotada de una
inteligencia tecnológica que nos ha permitido alcanzar las cotas de desarrollo
que en la actualidad tenemos, pero, ¿acaso no volvemos a nuestro instintos más
irracionales, más animales, más bestias, a poco que se nos tuerzan nuestros
planes?
Guerras,
hambrunas, crímenes “contra la humanidad”, muerte consentida por la mala
redistribución de los alimentos, de las medicinas. Por la inoperancia ante las
desgracias que sufren millones de personas que no pueden tener acceso a lo más
básico (en realidad si pueden, simplemente no les dejamos), por la indecente acaparación
de la riqueza en unos pocos paises y, dentro de ellos, en unas pocas personas.
Ahora
somos ya más de 7.800.000.000 (siete mil ochocientos millones de personas). La
previsión para 2050 es que sean 10.000.000.000 (diez mil millones). ¿Cuántos realmente
viven en los paises “desarrollados”? No llegan a 1.000.000.000 (mil millones),
pero aún de estos habitantes del “primer mundo” ¿Cuántos son ricos de verdad? A
escala mundial se estima que hay 16.500.000 (dieciseis millones y medio de
personas) que tienen un patrimonio de más de un millón de dolares. Ocho (8)
personas en el mundo poseen lo mismo que la mitad de la población mundial. Eso
sí, somos la especie elegida, la más inteligente. ¿De verdad?
Creo, honradamente, que Una breve historia de casi todo de Bill Bryson, debería ser un manual obligatorio para la formación básica
de todas las personas.
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