EL RAP DE LOS URÓLOGOS


EL RAP DE LOS URÓLOGOS

En el diario La Nueva España del 09/06/2020 aparece una noticia según la cual una comisión va a decidir sobre una propuesta de sanción sobre el acto que abajo comento. Me indigna tanta tontería. En la tarde de ese día decidí enviar al diario una carta con mi opinión sobre el tema. No sé si lo publicarán. En todo caso, aquí tenéis el escrito.

Absolutamente indignado estoy. Acabo de leer en su diario de hoy martes (09/06/2020) la noticia sobre un horrendo crimen cometido por un grupo de sanitarios irresponsables, por más señas relacionados con la urología en el HUCA. Parece ser que ese grupo de locos grabaron un video en el cual, con el fondo musical de una canción de la omnipresente, hasta hace poco, Rosalía, cantaron unas letrillas en las que hacían bromas, seguro que muy cruelmente (no lo he visto), de circunstancias de su desempeño profesional. ¡Mal! ¡Muy mal!

¿Dónde se ha visto? Los sanitarios tienen que ser personas serias. Tiesas como un palo. Sin el más mínimo rictus de sonrisa en su cara. Serios como si cada media hora se les muriesen sus padres. Circunspectos. Bien trajeados. Deben tratar y ser tratados de usted. Mirados con reverencia por la altísima dignidad de su profesión. No en vano son los “brujos de la tribu”, los temidos “hombres medicina”. Harold Lloyd tendría cara de reírse del mundo al lado de la expresión que ellos SIEMPRE deben mostrar. No solo en su trabajo. Las 24 horas del día. Los siete días de la semana. SIEMPRE.

Poco castigo me parece ese de quitarles empleo y sueldo durante dos meses. Yo lo haría si, a la vez, se les colgase de los pulgares. Suspendidos a 5 centímetros del suelo. A pan y agua los dos meses. Tandas de 10 latigazos pautadas cada 4 horas. Que aprendan.

Hace un tiempo tuve que someterme a una cirugía hospitalaria menor. De quirófano. Pruebas previas satisfactorias y allí me fui. Como soy una persona normal (eso al menos pienso) iba nervioso. Llegué. Un cirujano. Varón. Holgadamente cincuentón (supongo) como yo. Dos ayudantes mujeres. Enfermeras (supongo) jóvenes. Y yo allí, desnudo, medio humillado bajo una bata hospitalaria. Tendido en la mesa. Anestesia local. Una cierta dificultad para tragar (por los puros nervios). ¿Saben que se le ocurrió hacer a aquel sanguinario tipo armado de bisturí? ¡Puso música! ¡Allí, en el quirófano! ¡A todo volumen! Bruce Springstein y su banda interpretando “You never can tell” en directo en un concierto de 2013 en Leipzig. Esa para empezar. Después más. Nunca lo olvidaré.

Muchísimas gracias de todo corazón doctor. Suelo engancharme a youtube y volver a ponerla de vez en cuando. No por masoquismo. Pero creo que me suaviza el recuerdo, ya no es un mal trago (que lo fue) inolvidable, todo lo contrario. No le di las gracias en el momento. No recuerdo su nombre (no estaba aquel día para grabar según qué detalles). Lo hago ahora. MIL GRACIAS.

Después de los acontecimientos de los últimos 3 meses ¿de verdad alguna cara de palo de cualquier comisión disciplinaria va a atreverse a sancionar un divertimento inocente? ¿En serio? Si no quedase más remedio yo los condenaría a un maratón de música de Rosalía (un castigo para mí) alternando con actuaciones de Faemino y Cansado y el recital completo de Bruce Springstein de 2013 en Leipzig (para quitarles la tontuna rosaliense).

¿Pero qué sociedad de imbéciles tiquismiquis formamos? ¿Qué pasa con el sentido del humor? ¿Tiene que estar vedado para según qué profesionales? Quizás es el abuso de cremas que nos suaviza en exceso la piel. Démosle al papel de fumar el fin para el que fue concebido, no otros usos mucho menos nobles. Amén

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