PHILIP KERR. PLEGARIAS


PHILIP KERR. PLEGARIAS



              En mi primera salida a la calle pasé, como no, por la librería que suelo frecuentar. Allí, en el escaparate, me acechaba una novela del desafortunadamente fallecido Philip Kerr, padre de Bernard Gunther (Berni para sus seguidores). Ya hablé de él en una entrada anterior. Esta nueva obra no es de la misma serie de Berni, pero la compré igual. Por el autor. Ni me gustó la trama ni la solución que le dio, así que plato de peor calidad (al menos para mí).

  Pero siempre, en cualquier libro, hay algo aprovechable y, por ello, entresaco primero algunas frases.

Todos los maridos están locos. Pero un hombre tendría que estar loco de cojones para quedarse soltero, ¿no cree? Teniendo en cuenta lo que una esposa está dispuesta a hacer por él.

-Eres todo un hombre, ¿verdad? Lo tenías delante de las narices y no lo veías.
- ¿Y tú sí?
-Claro
-Me haces parecer idiota, Helen
-No eres idiota Martins. Lo que sucede es que eres un hombre, nada más.
-Al decirlo así, de alguna manera las dos cosas parecen lo mismo.

El poder de toda religión se deriva de su “riguroso rechazo del sentido común”.

              Y una delicatesen oculta en la página 94. En ella cita unos versos de Hughes Mearns. Busqué en san google y existe el personaje William Hughes Mearns (USA, 1875-1965). No solo eso, en su entrada de wikipedia está el poema entero que, con mis deseos de que os satisfaga, transcribo en su original en inglés y la traducción al castellano. Que aproveche.

Yesterday upon the stair
I met a man who wasn’t there
He wasn’t there again today
I wish, I wish he’d go away

When I came home last night at three
The man was waiting there for me
But when I looked around the hall
I couldn’t see him there at all!
Go away, go away, don’t you come back any more!
Go away, go away, and please don’t slam the door

Last night I saw upon the stair
A little man who wasn’t there
He wasn’t there again today
Oh, how I wish he’d go away
"Antigonish" (1899)

Ayer en la escalera
Conocí a un hombre que no estaba allí.
No estuvo allí de nuevo hoy
Ojalá, ojalá se fuera

Cuando llegué a casa anoche a las tres

El hombre me estaba esperando allí
Pero cuando miré alrededor del pasillo
¡No pude verlo allí en absoluto!
¡Vete, vete, no vuelvas más!
Vete, vete, y por favor no cierres la puerta

Anoche vi en la escalera
Un hombrecito que no estaba allí.
No estuvo allí de nuevo hoy
Oh, cómo desearía que se fuera
  Los subrayados son los versos que se citan en la novela. Antigonish es un pueblecito de Canadá.


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