IN MEMORIAM

 

IN MEMORIAM

            Queridos amigos, seré breve. Estamos hoy aquí reunidos para celebrar en paz la transición a la otra vida de nuestros conciudadanos atrozmente sacrificados en el día de ayer. A todos ellos les deseo de corazón que la tierra les sea tan propicia como paz nos dejan y no dudo al pensar que vosotros os unís a mí en este pío deseo.

            También quiero manifestar nuestras condolencias a las familias y deudos de los fallecidos, con la esperanza de que el tiempo borre todo el dolor que, no me cabe duda, en estos momentos les atenaza. De igual modo, quiero expresar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas anónimas que, cumpliendo con su obligación, les ayudaron a una muerte plácida, alejada del sufrimiento que a muchos otros mortifica en sus últimos días.

            No quiero hablar de las vidas, méritos y errores de cada uno de los finados, a los que unían lazos, si no de amistad, sí de conseguir unos fines que todos ellos consideraban, de una u otra manera, beneficiosos. Lo mejor que puede decirse de ellos es que nacieron, vivieron y, algunos a una edad quizás temprana, fallecieron, pero que dejaron una profunda huella en este valle de lágrimas que es el mundo actual.

            Parece mentira, pero en pocos meses, ni siquiera un año, supieron hacerse un lugar en las páginas de la historia, sobre todo en las de su país y en el de otros muchos sobre la faz de la tierra. Su muerte no será en vano. Su ejemplo servirá de guía para generaciones futuras, que recordarán sus actos cual un manual de comportamiento o unas leyes dictadas por la providencia para el devenir del mundo.

            Donald Trump, Elon Musk, Jack Vance y todo el resto de secretarios de estado y asesores, yacen aún hoy bajo los escombros de la mortífera explosión que acaeció cuando estaban todos reunidos en consejo de ministros. Gracias sean dadas a todos aquellos que han hecho posible tal suceso. Hoy, en todos los lugares del mundo, casi todos los habitantes de la Tierra entonan cánticos de alegría. Esperamos que ahora la paz sea con todos nosotros.

           

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