Entradas

EL SUEÑO DEL CELTA. MARIO VARGAS LLOSA

Imagen
  EL SUEÑO DEL CELTA Tenía pendiente, desde hace ya unos añitos, la lectura de El sueño del celta , de Mario Vargas Llosa . Fui postergándola por no sé qué malos presentimientos. Sin motivo alguno. La novela se publicó en 2010, así que supongo que me hice con ella algo después. Desde entonces dormía el sueño de los libros semiolvidados, pero siempre presentes en la lista de los que “ya va tocando empezar a leer”. Por fin, hace unos días, lo empecé y anteayer lo terminé. Mis presentimientos eran solo algo acertados. No por el contenido. No por la historia novelada de Roger Casement que Vargas Llosa nos cuenta en 451 páginas. Por la extensión. Cada día aborrezco más las historias largas, los rellenos en los textos, en las películas, en las series. Todas esas divagaciones, disquisiciones que no hacen nada por el bien de la historia que se cuenta, de la trama. Solamente cubrir páginas o rellenar minutos sin aportar nada, como si los libros se vendiesen al peso o la calidad de las pel

EL INSTITUTO

Imagen
  EL INSTITUTO             En el otoño de 1965, con diez añitos, entré, tras el preceptivo examen de ingreso, en el instituto de Candas para cursar el bachillerato. La foto que ilustra este escrito es de ese año. Ahí estoy, así que, si tenéis humor, tratad de identificarme. No tengo especiales malos recuerdos de esa época, ni tampoco especialmente buenos, aunque creo que abundaron más los buenos momentos. Un montón de profesores. No haré una lista porque seguro que me olvido de alguno y no me gustaría. Buenos (los más) y regulares (algunos). Cumplidores todos. Anécdotas bastantes, pero solo voy a narrar una en la que me tocó (a mi pesar) ser protagonista. Primavera de 1969. No recuerdo el mes, tampoco el día de la semana. Catorce años recién cumplidos o a punto de hacerlo. Cuarto de bachillerato en el instituto nacional de enseñanza media de Candás. Mixto sí, juntos, pero no revueltos, las niñas en sus aulas y los niños en las suyas. Era la penúltima clase de la mañana. Latín. Que

TIM FLANNERY. EUROPA II.

Imagen
  TIM FLANNERY. EUROPA II.             Empezaré aclarando, como Flannery, que la familia de los simios incluye a los humanos, orangutanes, gorilas y chimpancés: La principal diferencia con los monos es que éstos tienen cola, mientras que nuestra familia la tiene atrofiada (el coxis). Dicho esto, parece ser que en recientes descubrimientos los primeros simios evolucionaron en Europa (y no en África como se creía) desde hace unos 30 millones de años. Contando nuestra especie, los simios están representados en la actualidad por solo 25 especies, algunas de ellas con relativamente pocos individuos ( evidentemente nuestra superespecie invasiva y depredadora suma muchos más individuos que las demás juntas ), mientras que de los monos existen ahora 125 especies diferentes.             Damos un saltito y nos ponemos en hace 10 millones de años. Un catalán (Hispanopitecus crusafonti) vivía cerca de lo que hoy Sabadell y sus restos son los más completos de un homínido en Europa. Aquí me es o

TIM FLANNERY. EUROPA. I

Imagen
                                                              TIM FLANNERY. EUROPA. I              El fin de semana terminé de degustar un muy alimenticio y sabroso libro del australiano Tim Flannery, Europa; Una historia natural , en el que, de manera amena, en solo 370 páginas, nos narra la evolución de la fauna y la flora de nuestro continente a lo largo de los últimos 100 millones de años, además del nacimiento y evolución del continente como tal, desde su primera aparición como archipiélago, hasta su configuración actual. Los términos de alimenticio y sabroso no son aplicables a la calidad literaria (no es el caso, aunque tampoco estaría de más un poco de cuidado en la traducción al castellano) sino a la curiosidad científica, para quién le interese y tenga un poquito de paciencia claro está, que comprendo perfectamente lo arduos que pueden ser estos temas para algunas personas.             Comentaré algunas cuestiones que a mí me resultaron más sorprendentes o interesantes;

ENSAYO PASTORIL HIPERGLUCÉMICO

Imagen
  ENSAYO PASTORIL HIPERGLUCÉMICO   Después de leer, no os diré qué género, pero os lo podréis suponer, me dio por hacer el ejercicio que a continuación os someto a consideración.               Blando descenso silente de níveos algodones, preludio y promesa de vergeles infinitos, de plenitud de espigas ahítas de granos bailando al albur del viento, pintando de oro los estivales campos de castilla, granos que finamente molturados se tornarán en purísima albura, homenaje postrero a su nacimiento desde las nubes grises de los cielos invernales, desde el secarral de los suelos otoñales, hijos de los hijos de los hijos de la ancestral semilla primigenia, salvaje, que unos ojos curiosos dieron en procesar y en confiar en su perpetuación al infinito, para dar alimento básico a tantas generaciones de hambrientas bocas, tras la transformación de la pulverulenta blancura, mezclada con cristalinas aguas y horneada en flamígeras oscuridades, en doradas hogazas de pan.                  Nieve

GÉNESIS

  GÉNESIS La nave exploradora ZγØ37 llevaba viajando por el espacio casi 8 unidades de tiempo/luz con sus dos únicos ocupantes, A3α135 y E3α068 en animación suspendida, una especie de coma inducido, con alimentación y drenaje automáticos y un sistema de sensores y electrodos que emitían pequeñas descargas periódicas para mantener los músculos activos. A3α1 (por abreviar, pronúnciese Adán)) era ingeniero, geólogo, piloto y chico para todo. E3α (también por abreviar, pronúnciese Eva) era bióloga, química, piloto y chica para todo. Ambos pertenecían al cuerpo de exploradores espaciales de su planeta y, junto con varios cientos de voluntarios más, habían sido encargados por el Consejo Científico de explorar el Universo próximo, enviándolos hacia los planetas potencialmente habitables que estuvieran en un radio de 10 unidades de tiempo/luz. Su viejo planeta ya no tenía capacidad para seguir alimentando a su cada vez más abundante población y todos los intentos por controlarla habían sido

RETORNO AL PASADO

Imagen
  RETORNO AL PASADO               Ayer noche disfruté en televisión de una buena (al menos para mí) película: Retorno al pasado . Antigua (1947). En blanco y negro. Sin grandes efectos especiales, solo los imprescindibles (por ejemplo: mataban a un par de personajes, lo que, evidentemente o al menos así lo creo, no tiene porqué ser real, es más, si lo fuese no podrían aprovechar a los actores para rodar otras películas, excepto si los encasillasen en papeles de cadáveres).              Dirigida por Jacques Tourneur e interpretada (bien), en los papeles principales, por unos jóvenes Robert Mitchum, Jane Greer, Kirk Douglas y Rhonda Fleming , lo que no está nada mal.             Una historia sencilla, un buen argumento, buen guion e ingeniosos diálogos. Para mí desgracia (supongo que también para la de algunos más, ya no se hacen películas así ni, peor aún, se programan en televisión las anteriormente hechas, o tempora, o mores) Janet Geer: No quiero morir. Robert Mitchum: Yo